En el Patio Viviente hasta ahora habían caído insectos, anfibios, aves,… nos faltaban los mamíferos. Pero, ¿cómo iba a ser capaz de atravesar un mamífero las vallas y paredes que circundan mi patio y el de los vecinos? Bueno, si lo había conseguido un tritón, seguro que cualquier ratón podría llevarlo a cabo. Así que el 2 de junio de 2013 me encontré con unas huellas sospechosas, pero más grandes que las de un ratón …
En uno de los lados de mi patio hay una pared que se alarga con una valla. Esta pared, al otro lado, esta cubierta de tierra del jardín vecino hasta el límite donde empieza la valla que la continua. Luego… un animal pequeño podría ir a ras de tierra del jardín vecino, encontrarse la valla y colarse por ella hasta mi patio, no sin antes volar en caída libre casi dos metros…
Bueno, y aquí tenemos a la sorpresa del Patio Viviente:
Un Erizo Europeo (Erinaceus europaeus)
El pobre, no paraba de dar vueltas en los 20 m2 del patio, buscando la salida. Al verme a mí, se quedó muy quieto y posteriormente se desplazó a un escondrijo entre el silo de pellets y un depósito de agua de lluvia, con la idea de la escalada de apoyo, pero de futuro incierto:
Así que antes de que sufriera más estrés, y no sin pocas precauciones, lo animé a entrar en un saco de cartón y nos desplazamos hasta la parte alta de Azoz (lo más alejado de las carreteras, donde tantos atropellos sufren) y allí lo solté. Tardó casi media hora en pasar de la posición de defensa, a empezar con pequeños desplazamientos, y finalmente se perdió entre los matorrales.
¡Increíble y maravillosa fauna la de un Patio Viviente!